miércoles, 4 de noviembre de 2009

B151.1 MI 13 Promoción de la lectura

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
B151.1 BIBLIOTECA Y SOCIEDAD
SEGUNDO SEMESTRE 2009
LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ


MÓDULO INSTRUCCIONAL No. 13
PROMOCIÓN DE LA LECTURA


OBJETIVOS:

Durante el desarrollo del Módulo, el estudiante será capaz de:

  • Comprender la importancia de la promoción de la lectura, a través de la lectura y análisis de documentos, para saber aplicar lo aprendido, según las necesidades del momento.
  • Participar con entusiasmo, en las actividades propuestas dentro del aula.
  • Enviar por correo electrónico, la tarea realizada, para completar así los trabajos escritos.


CONTENIDO:

El fomento de la lectura en la biblioteca pública 2.0: una apuesta por la innovación y el riesgo


Por Roser Lozano27 April 2009

En una sociedad cada vez más virtual y tecnológica, las bibliotecas públicas continúan creciendo en número de visitas y préstamos. Es cierto que, en numerosas ocasiones, este gran auge de uso no se acaba por traducir en un aumento notable de los lectores ni de los hábitos de lectura. Este momento en el que hay más usuarios que nunca en las bibliotecas públicas, y que se programan multitud de actividades de animación a la lectura, sabemos que esto no siempre conlleva un cambio mayoritario en los hábitos de los ciudadanos en general.

Desde hace ya unos cuantos años, en nuestro país se está produciendo un auténtico renacimiento de la sociabilización alrededor del libro y de la lectura. Hay un incremento extraordinario de las actividades dirigidas tanto a adultos como a niños. Es curioso porque, en medio de una sociedad cada vez más mediática, tecnológica y virtual, los club de lectura y las actividades alrededor del libro recobran cada vez más importancia en la biblioteca, al estilo de los salones literarios del siglo XVIII.

Pero, aunque nunca se ha leído tanto como ahora, ni nunca han existido tantos lectores, ni tanta asistencia a bibliotecas, ni tanta publicidad oficial sobre los beneficios de la lectura, leer continua sin estar de moda; al contrario, es una actividad muy poco valorada por la sociedad y, particularmente, por los jóvenes, que serán los encargados de configurar la sociedad del futuro.
Biblioteca pública y promoción de la lectura continua siendo un tándem indisoluble, lo que significa una gran responsabilidad para la biblioteca en relación a la promoción y difusión de obras y autores: ¿Cómo formamos la colección de la biblioteca? ¿Qué promocionamos en nuestras guías de lectura? ¿Qué seleccionamos para nuestro club de lectura? ¿Qué obras y qué autores centran nuestro interés, y qué otros rechazamos? ¿Y por qué? ¿Tenemos claros nuestros objetivos? ¿Somos ágiles en la búsqueda de sinergias y cooperación? ¿Cuáles son los formatos de actividades por los que apostamos? ¿Sabemos innovar y diversificar nuestras actividades en función de los diferentes segmentos y necesidades?

Muchas preguntas, pero en definitiva las podríamos resumir en una: ¿Se invierte eficientemente el presupuesto público para el fomento de la lectura?

La biblioteca pública, en sus actividades de promoción y de fomento de libros y de lectura, no debe conformarse con responder únicamente a unas necesidades o demandas, ni someterse a la ley de la oferta y la demanda como si fuera un establecimiento comercial. En el circuito comercial, el márqueting y la publicidad influyen en las necesidades y demanda de lectura. Pero, por el contrario, la biblioteca pública tiene la responsabilidad de mantener una política de difusión y de promoción de libros y de lectura, consecuente con su función como servicio público. Sus actividades deben tener unos objetivos netamente definidos, explícitos y ofrecer un valor añadido como servicio público de proyección social.

Y estos objetivos no siempre tienen porqué coincidir con las modas de las lecturas comerciales del momento. Entendemos que para evitar caer en un activismo errático, en un “hacer por hacer”, en el “todo vale”, las actividades de fomento de la lectura se han de insertar y formar parte del núcleo del proyecto de biblioteca pública. Y se han de vestir con innovación, con propuestas arriesgadas, diferentes, basadas en la cooperación, en la búsqueda de sinergias y en el uso eficiente de los recursos.

No debieran ser simples actividades complementarias o espectáculos de ocio, donde más o menos cualquier cosa que tenga éxito vale. Por tanto, tampoco deberían estar sujetas únicamente a esa especie de “índices de audiencia” que son los resultados cuantitativos de asistencia de público. No debería ser así, si ello implica programar únicamente espectáculos de ocio y entretenimiento, porque sabemos con antelación que son los que tienen éxito, aunque no respondan a ningún objetivo. Es lo más fácil, pero no estoy segura de que sea lo más correcto éticamente. Manejamos dinero público y por tanto tenemos que saber muy bien en qué y para qué lo gastamos.

El programa de actividades de la biblioteca pública debería ser un programa pensado, ideado y adecuado a las exigencias de esta sociedad del conocimiento, que necesita que todos sus ciudadanos sean lectores competentes, críticos y capaces de leer diferentes tipos de textos y de discriminar la abundante información a la que tienen acceso en distintos soportes. Si en tiempos pasados la lectura fue una actividad minoritaria, que aupaba y distinguía a las personas como letradas y cultas, actualmente debería ser un derecho básico de todos los ciudadanos para poderse desarrollar plenamente en esta nueva sociedad.

En pleno siglo XXI, y en la sociedad del conocimiento, nos tendríamos que plantear si sirve el mismo modelo de actividades de fomento de la lectura que en épocas pasadas. En un momento donde el mundo virtual tiene una importancia vital y ante una sociedad multicultural y global, hemos de reflexionar sobre qué tipos de lectores o no lectores se sienten atraídos por nuestras actividades y qué segmentos de población deberíamos tener en cuenta en nuestra programación de actividades.
¿Sirven las mismas actividades para los lectores tradicionales que para los denominados nativos digitales? ¿Estamos preparados para ofrecer actividades de animación atractivas para los jóvenes actuales?
Encuestas varias sobre hábitos de lectura apuntan a que, al llegar a la adolescencia, muchos jóvenes dejan el hábito lector. Este dato tan importante y tan conocido…¿influye en la programación de las actividades de animación a la lectura de las bibliotecas?

Y esta sociedad en la que nos movemos, todo cambia y cada vez de forma más rápida. Estamos en un mundo en continua transformación: sociedad del conocimiento, sociedad globalizada, multicultural, digital, Web 2.0, biblioteca 2.0… nada es igual que ayer e intuimos que nada será igual que mañana. ¿Estamos preparados para el cambio? ¿Cómo afrontan en este momento de cambio las bibliotecas públicas sus políticas de fomento de la lectura? ¿Cómo pueden participar los usuarios en las actividades de animación en este nuevo paradigma de biblioteca 2.0?

Todas estas preguntas tienen respuestas imprecisas, poco definidas aún en nuestro país.

Desde mi punto de vista, tenemos aún una asignatura pendiente en la biblioteca pública (una de tantas, es cierto): la de vincular el fomento del hábito lector con la innovación, con propuestas diferentes, diversificadas, atractivas, porque demasiadas veces se repiten fórmulas de actividades que parecen estancadas en el pasado. Las numerosas actividades de animación a la lectura, en la mayoría de las ocasiones se reducen a actividades aisladas, puntuales, con formatos tradicionales y dirigidas mayoritariamente a un público infantil.

En ellas se aplaude a un buen cuentacuentos a modo de espectáculo, se realizan talleres varios, se conversa con algún autor conocido, le lee o se comentan lecturas en grupo, muchas veces con los mismos asistentes repetidamente año tras año, etc. Actualmente, y a la vista de la programación de actividades de algunas bibliotecas, las actividades de animación a la lectura podrían llegar a confundirse con simples espectáculos vinculados únicamente al ocio y al entretenimiento.
En un momento en que las bibliotecas públicas se abren a nuevos usos y a nuevos usuarios, la función del fomento del hábito lector tendría que impregnarse de innovación y de la filosofía de la “biblioteca 2.0″ con la utilización del conjunto de herramientas gratuitas o de bajo coste que la biblioteca tiene a su alcance para maximizar su presencia virtual y mejorar su colaboración con usuarios y otras instituciones.

Estamos ante un nuevo modelo cultural que ha pasado de una cultura alfabética, textual e impresa, a otra que se construye mediante imágenes audiovisuales. Este cambio de paradigma debe provocar también cambios en la forma de programar las actividades de fomento de la lectura y de promoción del libro.

Los clubs de lectura virtuales, y la utilización de las herramientas virtuales de la Web 2.0 como los blogs, twitter o la sindicación de contenidos (rss), se extienden cada vez más en las bibliotecas públicas para la promoción de libros y de la lectura. Actualmente es muy fácil contar con una galeria de fotos de las actividades de la biblioteca en Flickr, crear un podcast o cargar un vídeo en YouTube.

Las posibilidades son inmensas actualmente y cada vez más las programaciones de actividades en las bibliotecas tendrian que tener un doble seguimiento: el presencial, sujeto a un horario determinado y el virtual, al que el ciudadano podrá acceder sin barreras horarias ni físicas.
E incluso, el Opac 2.0 u Opac social, definido como la aplicación de las tecnologías y de las actitudes del la Web 2.0 al catálogo bibliográfico, ya es, por sí mismo, la mejor herramienta de fomento de la lectura con que puede contar una biblioteca pública, por la cantidad de prestaciones añadidas que comporta. Es la puerta a un nuevo universo, a una verdadera revolución de la función de fomento de la lectura.

Y paralelamente en nuestras actividades presenciales, deberíamos evitar caer en un activismo errático. Se deben programar actividades de fomento a la lectura para crear opinión y reflexión y para desarrollar ciudadanos críticos que sean competentes en esta sociedad de la información.
También se debe aspirar a cooperar y colaborar con usuarios y que sean ellos los que hagan llegar sus opiniones, evaluaciones y gustos a la biblioteca pública. Actualmente ya no podemos programar actividades de animación a la lectura a espaldas de la opinión y de las necesidades de nuestros usuarios. Les necesitamos. A ellos y a todos los agentes culturales y sociales de nuestra comunidad para programar conjuntamente actividades diversificadas para diferentes segmentos y necesidades, actividades atractivas para todos y compartiendo recursos.

La innovación, el compromiso y el espíritu de la filosofía 2.0 debe llegar también a estas actividades y las administraciones que gestionan bibliotecas públicas deben fomentar el uso de estas nuevas herramientas 2.0 y facilitar la introducción de nuevos formatos y modelos de actividades. Necesitamos innovar y para ello hemos de arriesgar y dejar atrás modelos y formatos de actividades obsoletos y caducos, aunque ello comporte dejar también atrás el éxito del índice de audiencia del espectáculo asegurado.
Roser LozanoMiembro del Grupo ThinkEPI

Para el 5 de noviembre

- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 10 de noviembre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Responder el cuestionario adjunto
- Elaborar un cuestionario con las palabras resaltadas

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la bibliografía de los documentos utilizados para la realización del Módulo.

CUESTIONARIO

Con el documento adjunto y con la ayuda de Internet, responda las preguntas siguientes:
¿Qué dice el documento acerca de la moda de leer?
¿Cuál es la responsabilidad de la Biblioteca Pública?
¿Dónde deben incluirse las actividades de fomento de la lectura?
¿Cómo debe ser el programa de actividades de la Biblioteca Pública?
¿Qué es la web 2.0?
¿Qué es la Biblioteca 2.0?
¿Qué asignatura se tiene pendiente en la Biblioteca Pública?
¿Cuál es la mejor herramienta de fomento de lectura con la que cuenta una biblioteca pública?
¿Qué es la Opac 2.0 u Opac social?
¿Para qué se deben programar actividades de fomento a la lectura?
¿Con quiénes se debe trabajar para programar actividades de animación de lectura?