viernes, 6 de noviembre de 2009

B109 MI 14 El profesional de la información

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
CURSO: B109 INTRODUCCIÓN A LA BIBLIOTECOLOGÍA Y CIENCIAS AFINES
DOCENTE: LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ
SEGUNDO SEMESTRE 2009


MÓDULO INSTRUCCIONAL No.14
EL PROFESIONAL DE LA INFORMACIÓN

OBJETIVOS:

Durante el desarrollo del Módulo, el estudiante será capaz de:

Identificar el papel del profesional de la información, a través de la lectura de documentos, para aplicarlo en su propia
Participar con entusiasmo, en las actividades propuestas dentro del aula.
Enviar por correo electrónico, la tarea realizada, para completar así los trabajos escritos.

CONTENIDO


EL PROFESIONAL DE LA INFORMACIÓN
www.sociedadelainformacion.com/.../profesional_de_la_informaci.htm
1 de noviembre de 2009

Ennio Prada Madrid.
Profesional en ciencia de la información –
Bibliotecólogo, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Colombia.
E-Mail: ennioprada2000@yahoo.com


Resumen: Se abordan a modo general las implicaciones que presenta la incidencia de las nuevas tecnologías de la información en el ejercicio práctico de las áreas profesionales inmersas en el manejo, control y acceso del conocimiento universalmente disponible, presentando a la tecnología como una herramienta adecuada para la optimización de las tradicionales tareas del profesional en información.

Con el advenimiento de los nuevos cambios que la humanidad afronta al constituirse como una sociedad globalizada, rompiendo fronteras y limites geográficos, las implicaciones económicas y de desarrollo también han cambiado con suma radicalidad, ya en la actualidad se reconoce el papel preponderante que asume la información como nuevo recurso y factor económico, fundamentado en el planteamiento de algunos autores al denominar los actuales tiempos como la era de la información y del conocimiento.

Lo anterior incide directamente en nuevos focos de atención para profesiones relacionados con los aspectos determinantes en el proceso de la información (Ingenieros, Analistas de sistemas, Diseñadores, etc..), incluso las ciencias documentales, que tradicionalmente se centraban en el manejo de documentos en soportes tradicionales orientando su atención a la gestión de unidades de información, han tenido que replantear su estructura de operación frente al internet y a la aplicación de nuevas tecnologías, donde el profesional en información y documentación adquiere valores de responsabilidad agregados en cuanto a su compromiso frente a el entorno social y las comunidades de usuarios demandantes de información.

Partiendo de la idea de que un cambio en la mentalidad mundial incide directamente en el desarrollo de nuevos focos de atención para algunas profesiones, el profesional de Información y Documentación esta llamado a ser el gestor de liderazgo en cuanto a desarrollar la capacidad de posibilitar el acceso al conocimiento universalmente disponible a toda su comunidad de usuarios ya sea organizacional o de carácter publico, en donde la elaboración de proyectos, estudio de necesidades de información, creación de nuevos servicios de información, son algunas de las características primordiales de los que llevan la batuta en el manejo y disponibilidad de la información, recayendo entonces una gran responsabilidad sobre sus acciones, pues se presentan como facilitadores de información, la cual por su misma importancia debe estar alejada de cualquier alteración malintencionada reposando su veracidad en gran medida por la ética del profesional en información y documentación.

Por otra parte, y bajo los parámetros constitucionales y de bien común, el criterio de acceso a la información es un baluarte, que también esta estrechamente relacionado con el profesional, pues aunque existen entornos o comunidades cerradas (Empresariales por ejemplo), el encargado de la gestión de la información (documental por lo menos), debe poseer los criterios de discriminar que información le puede competir al público y cual a entornos herméticos, para no recaer en una falta tan grave como es el ignorar el establecimiento democrático en el cual se convive, así mismo debe ser característica primordial de su labor el brindar la información oportuna, eficiente, y veraz. Los individuos inmiscuidos en el proceso informativo deben también crear mecanismos que permitan al usuario interactuar con herramientas que le facilitarán el satisfacer sus necesidades de información, una de estas herramientas y muy renombrada en la ultima década es la referente a la aplicación de las nuevas tecnologías de acceso a la información, las cuales involucran que el profesional no solo sea mediador entre las fuentes de información y el usuario final sino que mas bien adquiera un comportamiento mas dinámico, en donde también procure y dedique parte de sus esfuerzos en el enseñar a su comunidad de usuarios el manejo de estas, para que ellos con el apropiamiento de sus utilidades estén en la capacidad de generar sus propias estrategias de recuperación de información, tan es así que las evoluciones recientes del internet focalizan en prioridad la estructuración y el acceso de recursos de información partir de la red.

En consecuencia, se percibe un desafió particularmente agudo para el gremio de profesionales de la información para adaptarse a la evolución acelerada de su entorno y servir de enlace hacia los usuarios finales con la total maestría de las nuevas herramientas de acceso al conocimiento.

Los Profesionales de la Información y la documentación tienen en la actualidad una misión y un desafío muy importante en esta era de la información y el conocimiento, el cual se puede resumir como el aprovechar la tecnología del mundo globalizado y reducir de alguna forma la brecha entre informados ricos e informados pobres, permitiendo que todos participen de la sociedad de la información, creando una cultura de individuos con capacidad de trabajar con información, para su desarrollo personal y profesional.

Para Teresa Marquez, "El rol del bibliotecario, cada día transformado exige mas capacidades y preparación, demanda acciones mayores de impacto y responsabilidad social." " El bibliotecario se ha convertido en un agente social constructor de información dejando de ser, aunque nunca lo fue, un mero facilitador de libros y enciclopedias”

Para Chacón Alvarado, la era de la información es todo un desafío para la bibliotecas y los bibliotecólogos. En la actualidad se siente hablar de biblioteca virtual, digital, biblioteca sin paredes, biblioteca electrónica. Esto lleva a una pregunta: ¿cual es el papel del bibliotecólogo en esta maraña informativa?

Para responder a la pregunta que Chacón se formula, se podría manifestar puntualmente algunos de los aspectos que perfilan al profesional en Información y Documentación, o bibliotecólogo como lo denominan los autores de la siguiente manera:

Incidencias directas del Profesional de Información y Documentación, frente al reto de las nuevas tecnologías de la información

· El profesional en Información y documentación en la actualidad debe ser un experto en la manipulación y acceso a la información, capaz de traerla al usuario que la demande, desde cualquier punto que se la encuentre.

· Su función ya no es solo de conservador y de celoso depositario del conocimiento como lo fue en el pasado, sino que ha pasado a ser un moderno profesional, encargado del tratamiento y gestión de la información, apoyado por herramientas tecnológicas para satisfacer las necesidades informativas de la comunidad de usuarios a la cual sirve.

· Entre sus compromisos sociales esta el de descubrir y diagnosticar las necesidades de información de la comunidad a la cual sirve, creando servicios y productos de alta calidad, acordes al tecnológico mercado de información actual.

Las unidades de información y la tecnología

La profesión de los informadores y documentadores ha sufrido profundos cambios y transformaciones debido a la incorporación de las nuevas tecnologías en las distintas unidades de información. La computadora personal, el acceso a base de datos, bancos de datos, discos compactos, multimedia, los desarrollos de software para la gestión documental que posibilitan almacenar gran cantidad de información, y por último, la aparición de internet han modificado y cambiado la tradicional perspectiva del profesional.

Aunque en principio se hubiera podido suscitar la idea de que la profesión del bibliotecólogo, por ejemplo, desaparecería con la irrupción de la información electrónica y de las bibliotecas virtuales, con las cuales las actividades tradicionales efectuadas por los bibliotecólogos quedarían sin sentido, y el documento virtual dejaría de lado al libro impreso, a lo cual se puede afirmar que la cultura digital y la cultura impresa aún coexisten, y todavía no se vislumbra una separación radical entre estos soportes de información, implicando que el nuevo profesional bibliotecólogo deberá mantener ciertas cualidades tradicionales e incorporar el manejo de la nuevas tecnologías, como así también, aplicar herramientas de administración y gestión de documentos para responder eficazmente a los requerimientos de la actual sociedad.

Por otra parte, la biblioteca que durante décadas ha sido el espacio natural, para que miles de usuarios se acerquen para consultar los libros necesarios, para satisfacer sus necesidades de información, ha replanteado su directriz hacia las tendencias actuales indicado que estos centros se convierten en espacios democratizadores de la cultura, es decir, donde todo ciudadano puede acceder al conocimiento e incluso a las nuevas tecnologías, como la computadora, bases de datos, soportes multimediáticos e internet, sin hablar de el nuevo concepto de biblioteca digital y virtual, que genera un comportamiento mas complejo en cuanto a su dinamismo, pues ya no es necesario tener una búsqueda de información presencial en una biblioteca, sino que la biblioteca del futuro está en la capacidad de llegar al usuario.

Conclusión

Como se ha expuesto, el potencial que implica utilizar tecnología en los procesos de formación está determinado por un cambio de rol del profesional y del mismo usuario. Si bien existen muchas posibilidades dado que cada día la tecnología tiene mayor potencial, es más económica y de más fácil acceso, el factor humano es el que determinará su éxito. Aún quedan muchas áreas de desarrollo por lo que las investigaciones en este respecto darán la pauta para como debe el profesional de la información prepararse para permitir que la tecnología sea su mejor instrumento aliado y no su gran competidor.

Bibliografía

· Marquez, Teresa. Tecnologias, Democracia y Placer. El Rol de los nuevos Mediadores electrónicos. En: Razón y Palabra, No.9 ( Nov-Ene) 1997-1998
· Chacon Alvarado, Lucia. Formación de profesionales en información. http://dois.minas.ac.uk/DoIS/data/papers/julhciaie.2667.html
· Espinosa, Jorge Luis. Las bibliotecas, instrumentó democratizador. http://www.enbiblioteca.com/temasint/instdemocrat.htm
· Pineda, Juan Manuel. Realidad laboral de los bibliotecólogos de la Universidad Nacional de Cordoba.
· http://www.monografias.com/trabajos6/biso/biso.shtml
· http://www.comfenalcoantioquia.com/sil/coloquio/temas.asp
· http://www.cen.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/index.html

Revista Digital Sociedad de la información
Nuevo Profesional de la Información: Educación y Mercado de Trabajo
www.sociedadbibliotecarios.org/docs/SBPR05/toro-vargas.pps
1 de noviembre de 2009

Por Cirilo Toro Vargas, Ph.D.
Sociedad de Bibliotecarios de Puerto Rico
2 de diciembre de 2005

Nombres:

Bibliotecario, especialista de la información, information broker, bibliotecólogo, profesional de la información, gestor de información, ingeniero de la información, gestor del capital intelectual, infonomista, mediador de información

Es la actitud de este profesional ante su labor y ante los demás lo que cuenta.

Martin Luther King sostenía: “Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda”.

Educación

· El bibliotecario debe revolucionar el currículo de toda entidad educativa.
· Integrar las destrezas de alfabetización en información y tecnología.

Alfabetización en Información y Tecnología (Ed. 765). Curso dirigido a cobrar conciencia de las competencias de alfabetización en información y tecnología como herramientas fundamentales de un profesional de la enseñanza de toda disciplina. Énfasis en la creación de un proyecto creativo que estimule el pensamiento crítico mediante la incorporación de las destrezas básicas y/o avanzadas al prontuario de cursos específicos. Se definirán y clarificarán los roles compartidos en el proceso de maestros y bibliotecarios, así como las teorías y estilos de aprendizaje en su interrelación con las competencias de alfabetización en información y tecnología.

· Definir los roles compartidos de su profesión con los de sus colegas en el salón de clases.
· Trascender la encerrona de las cuatro paredes de la biblioteca.
· Convertirse en un estrecho colaborador del resto de la facultad.
· Lograr un profundo conocimiento y concienciación de las destrezas de alfabetización en información y tecnología

Mercado

¿Preparados para el nuevo mercado?
¿Qué se debe enfatizar en las escuelas de ciencias y tecnologías de la información para preparar los nuevos profesionales de la información?

Además del énfasis necesario en la tecnología, la alfabetización en información y demás componentes propios de la disciplina, una visión integral y humanista debe permear el currículo de nuestras escuelas. No debemos perder de vista el lado humano del profesional de la información.

Fomento de unos valores sanos en nuestros estudiantes y de una saludable autoestima personal y profesional que les capacite para enfrentarse con compromiso y seguridad a la tarea diaria.

Fomento de la autoeficacia profesional. La autoeficacia es la opinión afectiva que se tiene sobre la posibilidad de alcanzar determinados resultados, es decir, la confianza de alcanzar las metas exitosamente.

Desarrollo de un espíritu de líder o por lo menos de un buen espíritu de seguidor.

La necesidad de colaborar unos con otros.
“Nadie es una isla”. Thomas Merton

Nueva Generación
Lo que vale son las acciones, la actitud positiva y comprometida de nosotros los profesionales de la información de la próxima generación y ese renacer de esta profesión, que nos llena de orgullo.
"El hombre que pone corazón en lo que hace, consigue recursos en donde los incapaces se dan por vencidos". Simón Bolívar

3. ACTIVIDADES

Para el 10 de noviembre

- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 13 de noviembre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Contestar el cuestionario
- Buscar los términos infonomista, information broker

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la bibliografía de los documentos utilizados para la realización del Módulo.


CUESTIONARIO:

¿Cuál es la herramienta adecuada para optimizar las tareas tradicionales del profesional de la información?

¿Qué papel asume la información en la actualidad?

¿Cómo ven algunos actores los tiempos actuales?

¿Qué han tenido que hacer las unidades de información?

¿Qué valores adquiere el profesional de la información y documentación?

¿Cuál es el papel que está llamado a desarrollar el profesional de la información y documentación?

¿Cuáles son las características de quienes manejan información?

Además de mediador de información ¿Cómo debe comportarse el profesional de la información?

¿Cuál es la misión y desafío de los profesionales de la información y la documentación?

¿Por qué no va a desaparecer la profesión del bibliotecólogo?

¿En qué se convierten los centros con las tendencias actuales?

¿Cómo debe ser la biblioteca del futuro?

B151.1 MI 14 Clasificación por colores en bibliotecas para niños

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
B151.1 BIBLIOTECA Y SOCIEDAD
SEGUNDO SEMESTRE 2009
LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ


MÓDULO INSTRUCCIONAL No. 14
CLASIFICACIÓN POR COLORES EN BIBLIOTECAS PARA NIÑOS

OBJETIVOS:

Durante el desarrollo del Módulo, el estudiante será capaz de:

Conocer la clasificación por colores en bibliotecas para niños, a través de la lectura y análisis de documentos, para saber utilizar dicha clasificación, según las necesidades del momento.
Participar con entusiasmo, en las actividades propuestas dentro del aula.
Enviar por correo electrónico, la tarea realizada, para completar así los trabajos escritos.

CONTENIDO:

Clasificación por colores en bibliotecas para niños:
Proponiendo el código Junior en colores

1Ma. Antonieta Ubillo Venegas
mubillo@derecho.uchile.cl
1 Bibliotecaria Documentalista titulada de la Universidad Tecnológica Metropolitana, con post-titulo en Gestión Bibliotecaria. Jefe de Servicios, Automatización y Circulación de la Biblioteca Central de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile desde el año 2002 y académico de la Escuela d e Bibliotecología, Universidad Tecnológica
Metropolitana desde 1994.

Resumen: Se revisa la clasificación por colores en bibliotecas, proponiendo el uso del Código Junior en Colores para aquellas bibliotecas infantiles y escolares, que adoptan el Sistema de Clasificación Decimal Dewey para organizar sus colecciones.

Palabras claves: Clasificación Decimal Dewey; Bibliotecas infantiles; Bibliotecas escolares, Código Junior en Colores; Organización de la colección

Abstract: The author review the classification by colors in libraries, proposing the use of the Junior Colour Code for childrens and school libraries, that they adopt the Decimal Dewey Classification.

Keywords:Decimal Dewey Classification; libraries for childrens; school libraries; Junior Colour Code.
“No hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee. “ Günter Grass

El acercamiento al mundo del libro y la lectura, es una experiencia vivencial, incluso para aquellos que aún no aprenden a leer ni escribir. En la biblioteca estos pequeños usuarios, incursionan por un mundo nuevo, en el que el bibliotecario es una guía y apoyo, permanente. Este mundo es libre, pero no por eso un mundo caótico, ni aislado. En una biblioteca infantil como en cualquier otro tipo de biblioteca, ordenar y señalizar la colección, tiene como fin acceder libremente a los libros dispuestos lógica y coherentemente, en las estanterías abiertas para su exploración.

En Chile, la mayoría de las bibliotecas públicas, privadas y académicas utilizan el Sistema de Clasificación Decimal, creado por Melvin Dewey, para organizar los libros en las estanterías. Salvo algunas excepciones, podríamos decir que el 80% o más de los usuarios de bibliotecas sobre los 15 años en nuestro país conocen o ha acudido a una biblioteca cuya organización de colección en estantería es mediante el CDD. En cambio en España y otros países es ampliamente utilizado el sistema de Clasificación Decimal Universal CDU. Elegir el sistema, bajo el cual organizamos los libros, no es fácil, sobre todo cuando debemos adaptar sistemas universalmente conocidos, y pensar en la continuidad del desarrollo de habilidades de información en estos precoces usuarios.

Cuando hablamos de ordenar colecciones de textos infantiles, pensamos en el cuento, las historias de ficción (que corresponderían a la clase temática de literatura), pero existe aquella colección de no ficción. En muchas bibliotecas públicas con secciones infantiles, y escolares, los textos de ficción y no ficción son clasificadas según el público objetivo al que está destinada. En el mejor de los casos la ficción está identificada a parte y por niveles de usuarios, pero el resto de los libros caben en una misma gran categoría, también organizada por público objetivo. Los libros de no ficción para los más pequeños, debiera estar clasificado según su contenido pero no existe ninguna diferenciación entre un diccionario en imágenes para niños y un manual para maguitos, por ejemplo.

El diccionario es una obra de consulta, con ciertas particularidades que el niño ya comienza a adivinar, si se le guía en el proceso de acercamiento y utilización de la biblioteca. Un manual o guía para maguitos es un material de entretención, que cabe en la categoría de hobbies, son diferentes en cualquiera de los esquemas de clasificación para Bibliotecas, que se quiera utilizar.

Recopilando documentación sobre organización de colecciones infantiles, se detectó que en muchas bibliotecas infantiles, la Clasificación Decimal Universal y la Clasificación Dewey son entendidas como lo mismo, e incluso se identificaron documentos en Internet que así lo dan a entender. Asimismo, muchas bibliotecas para niños han organizado sus colecciones mediante el sistema Dewey, al cual le asignan aleatoriamente un color por clase, aún cuando existe el Código Junior en colores (Dewey para niños) que ya ha preestablecido los colores asignados por temas.

En la literatura europea, especialmente española, es ampliamente conocida la margarita cromática para bibliotecas infantiles, que es una adaptación del CDU, sistema que a su vez es derivado del Sistema de Clasificación Decimal creado por Melvin Dewey. Cada uno de estos sistemas tiene características propias, y aunque son similares tienen sus diferencias, asimismo, ocurre con ambas versiones adaptadas en colores.

Veamos los Esquemas de clasificación de la margarita cromática disponible en la Web http://gti1.edu.um.es:8080/jgomez/bibedu/pautasorg/intro/senalCDU.htm. Este esquema asocia cada decimal a un entero, apareciendo entonces 10 números, de los cuales el 4 no registra ninguna materia asociada. 2

2 También disponible en :Jordi, C. Guía práctica de la Biblioteca escolar. Madrid: GSR, 1998

Como se puede ver, se ha tratado de adaptar este sistema para los usuarios más pequeños, incorporando imagen y palabras, fácil de entender y asociar por los menores. La margarita cromática es una sola, y los colores no van variando. Aquí es muy fácil identificarla puesto que en el sistema Dewey, la clase de los 400, representa los idiomas y el lenguaje, mientras que en el CDU, esta clase está vacía.

Distinto es el caso del Sistema DEWEY adaptado para niños. Es sistema conocido como “Código Junior en Colores” adaptación de origen británico, propone clasificar los textos infantiles, en 10 grandes categorías asociadas a las clases principales del Dewey, a cada una se le asigna un color. Actualmente muchas bibliotecas desconocen que esos colores ya están debidamente distribuidos, por tal motivo se evidencian discrepancias entre una y otra biblioteca, así como proveedores de insumos, al momento de identificar una materia con un color específico

Por ejemplo, la página Web de Newmann Library de Brooke Weston City Technology College, explica la organización de su colección en su biblioteca a fin de facilitar a los estudiantes y usuarios el poder de ubicar fácilmente las materias en estantería, para tal efecto ha asociado cada clase principal del Dewey a un color. A su vez, establece colores adicionales para niveles de lectores, donde también hay discrepancias, con otras bibliotecas.

En Chile, muchos colegios han implementado biblioteca para niños, preescolares, o bien han organizado sus colecciones escolares, de acuerdo al sistema de Clasificación Decimal Dewey, sin embargo, no existe información en nuestro país acerca de los colores aplicados por materia bajo este sistema, por tanto esta asignación depende exclusivamente de la iniciativa del bibliotecario, fuera de toda normalización nacional o internacional. El siguiente afiche es un ejemplo de ello:

http://www.bwctc.northants.sch.uk/pages/Library/colour_code.html

El siguiente caso, es la biblioteca de Swinburne University of Technology, que ha incorporado distintos colores por materias. Aquí hay un problema, puesto que se supone que las colecciones infantiles son menos especializadas que las de una biblioteca universitaria, y el código Junior, está enfocado a colecciones simple, menos complejas y para un público objetivo que recién está aprendiendo sobre la organización del conocimiento. Aunque aquí tampoco ha sido adoptado, no es el mejor ejemplo para asociar materias a colores.

http://www.swinburne.edu.my/inforeso urces/lib_about.htm
En el siguiente cuadro podemos ver, las discrepancias y falta de normalización en la asignación de colores, por parte de proveedores de insumos para bibliotecas. Este afiche es vendido como material de apoyo a las actividades de desarrollo de habilidades de información en estos pequeños usuarios y como señalética para los estantes de biblioteca.

http://www.libraryskills.com/index.html

Sabemos que existen estudios de colores asociados a temas, pero no hay trabajos específicos en materia de clasificaciones temáticas del color. Tenemos claro también, que la adopción de cualquier sistema es una elección propia de cada biblioteca, pero debemos saber que si queremos usar el sistema Dewey, existe una adaptación absolutamente desconocida en algunos países, que ya ha hecho el trabajo de asignar colores a cada materia temática desarrollada por el sistema CDD, y por tanto es diferente al CDU para niños, conocido como margarita cromática.

Como se puede ver en la tabla, sólo hay dos coincidencias en el color de asociado a las clases temáticas, pero en general, hay diferencias sustanciales entre el Dewey y la CDU para bibliotecas infantiles. Sin embargo, se rescata de estos sistemas, que ambas clasificaciones procuran facilitar el acceso a la colección y unificar criterios; entonces, si esta normalización para ambos sistemas existe, la idea sería adoptarlas a nuestra realidad. El objetivo es aplicar el mismo criterio, si es que adoptamos el sistema Dewey para organizar libros en bibliotecas infantiles, a modo de establecer cierta continuidad en la información que manejan los usuarios para utilizar la biblioteca.

La idea entonces es presentar y dar a conocer este “árbol de colores” adaptado del sistema Dewey utilizando el código Junior en Colores. A continuación se propone la siguiente gráfica, que incorpora visual y cromáticamente las clases del sistema Dewey, en forma atractiva y fácil de comprender por los pequeños usuarios.3
3 Ver el desarrollo del esquema de clasificación en Baird, Nicola. Setting up and running a School library. London,VSO, 1994. Anexo.

Árbol de colores: Código junior en Colores

Ahora bien, en cuanto al tema de clasificación por nivel de usuario, también resulta un tema inexplorado en término de acuerdos y criterios por ejemplo en bibliotecas chilenas se ha usado las siguientes clasificaciones:

Círculo amarillo: para niños de 0 a 3 años
Circulo verde: para niños de 4 a 6 años
Círculo azul: para niños de 7 a 9 años
Circulo rojo: para niños de 10 a 12 años
www.biblioninos.cl

O bien
Amarillo = primeros lectores
Morado = lectores iniciales
Verde = jóvenes lectores.
http://www.providencia-biblioteca.cl/
El portal infolibro sugiere una clasificación por tipo de libros, pero además hay una agrupación por público lector:

Color rojo: A partir de los 8 meses :
Color azul: A partir de los 5 años (sic)
Color amarillo A partir de los 5 años (sic)
Color Verde: A partir de los 10 años
Color naranjo: A partir de los 13 años
http://www.infolibro.net/lectoresdivertidos/crisol/clasif_tematica.htm

Y en España la sugerencia curricular es la siguiente:
1 azul hasta los 7 años (poca letra y muchas ilustraciones)
2 rojo de 8 a 10 años (texto e ilustraciones por igual)
3 verde de 10 a 13 años (predominio de texto)
JN amarillo a partir de 13 años
http://www.pnte.cfnavarra.es/publicaciones/pdf/cdu_cas.pdf

Clasificar los textos para niños en biblioteca, desde el punto de vista del contenido y del grupo usuarios al que está destinado en las artes literarias (clase 800), no es excluyente, por lo cual, es factible y hasta recomendable, organizar la colección por colores en el contenido, sin agruparlos ni segregarlos físicamente, pero identificando en su lomo el nivel de usuario al que está destinado en el caso de los textos literarios. Entre las opciones observadas, personalmente, la segmentación hecha por www.biblioninos.cl es quizás la más clara.


Esta simple herramienta, adoptada cono una normalización, puede ser el punto de partida para aunar criterios y facilitar las políticas de ordenación de estanterías para bibliotecas infantiles y escolares.

Bibliografía

Baird, Nicola. Setting up and running a School library. London,VSO, 1994. 137 p.

Infolibro. Propuestas de clasificación temática y cromática para literatura infantil y juvenil.
Disponible en línea http://www.infolibro.net/lectoresdivertidos/ (visitado 25/07/2005)

Jordi, C. Guía práctica de la Biblioteca escolar. Madrid: GSR, 1998

Kittle, Bob. Color & knowledge organization in libraries. Disponible en línea en
http://www.syncategorematic.info/school/writtenwork/classification/color.html (visitado
25/07/2005)

La Clasificación Decimal Universal en los Currículos Escolares: Instrucciones para la
organización temática de los fondos bibliográficos de las bibliotecas educativas no
universitarias. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación y Cultura ed. Disponible
en línea http://www.pnte.cfnavarra.es/publicaciones/pdf/cdu_cas.pdf (visitado 08/08/2005)


ACTIVIDADES

Para el 12 de noviembre

- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 13 de noviembre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Elaborar un resumen indicativo del documento

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la bibliografía de los documentos utilizados para la realización del Módulo.
















miércoles, 4 de noviembre de 2009

B151.1 MI 13 Promoción de la lectura

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
B151.1 BIBLIOTECA Y SOCIEDAD
SEGUNDO SEMESTRE 2009
LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ


MÓDULO INSTRUCCIONAL No. 13
PROMOCIÓN DE LA LECTURA


OBJETIVOS:

Durante el desarrollo del Módulo, el estudiante será capaz de:

  • Comprender la importancia de la promoción de la lectura, a través de la lectura y análisis de documentos, para saber aplicar lo aprendido, según las necesidades del momento.
  • Participar con entusiasmo, en las actividades propuestas dentro del aula.
  • Enviar por correo electrónico, la tarea realizada, para completar así los trabajos escritos.


CONTENIDO:

El fomento de la lectura en la biblioteca pública 2.0: una apuesta por la innovación y el riesgo


Por Roser Lozano27 April 2009

En una sociedad cada vez más virtual y tecnológica, las bibliotecas públicas continúan creciendo en número de visitas y préstamos. Es cierto que, en numerosas ocasiones, este gran auge de uso no se acaba por traducir en un aumento notable de los lectores ni de los hábitos de lectura. Este momento en el que hay más usuarios que nunca en las bibliotecas públicas, y que se programan multitud de actividades de animación a la lectura, sabemos que esto no siempre conlleva un cambio mayoritario en los hábitos de los ciudadanos en general.

Desde hace ya unos cuantos años, en nuestro país se está produciendo un auténtico renacimiento de la sociabilización alrededor del libro y de la lectura. Hay un incremento extraordinario de las actividades dirigidas tanto a adultos como a niños. Es curioso porque, en medio de una sociedad cada vez más mediática, tecnológica y virtual, los club de lectura y las actividades alrededor del libro recobran cada vez más importancia en la biblioteca, al estilo de los salones literarios del siglo XVIII.

Pero, aunque nunca se ha leído tanto como ahora, ni nunca han existido tantos lectores, ni tanta asistencia a bibliotecas, ni tanta publicidad oficial sobre los beneficios de la lectura, leer continua sin estar de moda; al contrario, es una actividad muy poco valorada por la sociedad y, particularmente, por los jóvenes, que serán los encargados de configurar la sociedad del futuro.
Biblioteca pública y promoción de la lectura continua siendo un tándem indisoluble, lo que significa una gran responsabilidad para la biblioteca en relación a la promoción y difusión de obras y autores: ¿Cómo formamos la colección de la biblioteca? ¿Qué promocionamos en nuestras guías de lectura? ¿Qué seleccionamos para nuestro club de lectura? ¿Qué obras y qué autores centran nuestro interés, y qué otros rechazamos? ¿Y por qué? ¿Tenemos claros nuestros objetivos? ¿Somos ágiles en la búsqueda de sinergias y cooperación? ¿Cuáles son los formatos de actividades por los que apostamos? ¿Sabemos innovar y diversificar nuestras actividades en función de los diferentes segmentos y necesidades?

Muchas preguntas, pero en definitiva las podríamos resumir en una: ¿Se invierte eficientemente el presupuesto público para el fomento de la lectura?

La biblioteca pública, en sus actividades de promoción y de fomento de libros y de lectura, no debe conformarse con responder únicamente a unas necesidades o demandas, ni someterse a la ley de la oferta y la demanda como si fuera un establecimiento comercial. En el circuito comercial, el márqueting y la publicidad influyen en las necesidades y demanda de lectura. Pero, por el contrario, la biblioteca pública tiene la responsabilidad de mantener una política de difusión y de promoción de libros y de lectura, consecuente con su función como servicio público. Sus actividades deben tener unos objetivos netamente definidos, explícitos y ofrecer un valor añadido como servicio público de proyección social.

Y estos objetivos no siempre tienen porqué coincidir con las modas de las lecturas comerciales del momento. Entendemos que para evitar caer en un activismo errático, en un “hacer por hacer”, en el “todo vale”, las actividades de fomento de la lectura se han de insertar y formar parte del núcleo del proyecto de biblioteca pública. Y se han de vestir con innovación, con propuestas arriesgadas, diferentes, basadas en la cooperación, en la búsqueda de sinergias y en el uso eficiente de los recursos.

No debieran ser simples actividades complementarias o espectáculos de ocio, donde más o menos cualquier cosa que tenga éxito vale. Por tanto, tampoco deberían estar sujetas únicamente a esa especie de “índices de audiencia” que son los resultados cuantitativos de asistencia de público. No debería ser así, si ello implica programar únicamente espectáculos de ocio y entretenimiento, porque sabemos con antelación que son los que tienen éxito, aunque no respondan a ningún objetivo. Es lo más fácil, pero no estoy segura de que sea lo más correcto éticamente. Manejamos dinero público y por tanto tenemos que saber muy bien en qué y para qué lo gastamos.

El programa de actividades de la biblioteca pública debería ser un programa pensado, ideado y adecuado a las exigencias de esta sociedad del conocimiento, que necesita que todos sus ciudadanos sean lectores competentes, críticos y capaces de leer diferentes tipos de textos y de discriminar la abundante información a la que tienen acceso en distintos soportes. Si en tiempos pasados la lectura fue una actividad minoritaria, que aupaba y distinguía a las personas como letradas y cultas, actualmente debería ser un derecho básico de todos los ciudadanos para poderse desarrollar plenamente en esta nueva sociedad.

En pleno siglo XXI, y en la sociedad del conocimiento, nos tendríamos que plantear si sirve el mismo modelo de actividades de fomento de la lectura que en épocas pasadas. En un momento donde el mundo virtual tiene una importancia vital y ante una sociedad multicultural y global, hemos de reflexionar sobre qué tipos de lectores o no lectores se sienten atraídos por nuestras actividades y qué segmentos de población deberíamos tener en cuenta en nuestra programación de actividades.
¿Sirven las mismas actividades para los lectores tradicionales que para los denominados nativos digitales? ¿Estamos preparados para ofrecer actividades de animación atractivas para los jóvenes actuales?
Encuestas varias sobre hábitos de lectura apuntan a que, al llegar a la adolescencia, muchos jóvenes dejan el hábito lector. Este dato tan importante y tan conocido…¿influye en la programación de las actividades de animación a la lectura de las bibliotecas?

Y esta sociedad en la que nos movemos, todo cambia y cada vez de forma más rápida. Estamos en un mundo en continua transformación: sociedad del conocimiento, sociedad globalizada, multicultural, digital, Web 2.0, biblioteca 2.0… nada es igual que ayer e intuimos que nada será igual que mañana. ¿Estamos preparados para el cambio? ¿Cómo afrontan en este momento de cambio las bibliotecas públicas sus políticas de fomento de la lectura? ¿Cómo pueden participar los usuarios en las actividades de animación en este nuevo paradigma de biblioteca 2.0?

Todas estas preguntas tienen respuestas imprecisas, poco definidas aún en nuestro país.

Desde mi punto de vista, tenemos aún una asignatura pendiente en la biblioteca pública (una de tantas, es cierto): la de vincular el fomento del hábito lector con la innovación, con propuestas diferentes, diversificadas, atractivas, porque demasiadas veces se repiten fórmulas de actividades que parecen estancadas en el pasado. Las numerosas actividades de animación a la lectura, en la mayoría de las ocasiones se reducen a actividades aisladas, puntuales, con formatos tradicionales y dirigidas mayoritariamente a un público infantil.

En ellas se aplaude a un buen cuentacuentos a modo de espectáculo, se realizan talleres varios, se conversa con algún autor conocido, le lee o se comentan lecturas en grupo, muchas veces con los mismos asistentes repetidamente año tras año, etc. Actualmente, y a la vista de la programación de actividades de algunas bibliotecas, las actividades de animación a la lectura podrían llegar a confundirse con simples espectáculos vinculados únicamente al ocio y al entretenimiento.
En un momento en que las bibliotecas públicas se abren a nuevos usos y a nuevos usuarios, la función del fomento del hábito lector tendría que impregnarse de innovación y de la filosofía de la “biblioteca 2.0″ con la utilización del conjunto de herramientas gratuitas o de bajo coste que la biblioteca tiene a su alcance para maximizar su presencia virtual y mejorar su colaboración con usuarios y otras instituciones.

Estamos ante un nuevo modelo cultural que ha pasado de una cultura alfabética, textual e impresa, a otra que se construye mediante imágenes audiovisuales. Este cambio de paradigma debe provocar también cambios en la forma de programar las actividades de fomento de la lectura y de promoción del libro.

Los clubs de lectura virtuales, y la utilización de las herramientas virtuales de la Web 2.0 como los blogs, twitter o la sindicación de contenidos (rss), se extienden cada vez más en las bibliotecas públicas para la promoción de libros y de la lectura. Actualmente es muy fácil contar con una galeria de fotos de las actividades de la biblioteca en Flickr, crear un podcast o cargar un vídeo en YouTube.

Las posibilidades son inmensas actualmente y cada vez más las programaciones de actividades en las bibliotecas tendrian que tener un doble seguimiento: el presencial, sujeto a un horario determinado y el virtual, al que el ciudadano podrá acceder sin barreras horarias ni físicas.
E incluso, el Opac 2.0 u Opac social, definido como la aplicación de las tecnologías y de las actitudes del la Web 2.0 al catálogo bibliográfico, ya es, por sí mismo, la mejor herramienta de fomento de la lectura con que puede contar una biblioteca pública, por la cantidad de prestaciones añadidas que comporta. Es la puerta a un nuevo universo, a una verdadera revolución de la función de fomento de la lectura.

Y paralelamente en nuestras actividades presenciales, deberíamos evitar caer en un activismo errático. Se deben programar actividades de fomento a la lectura para crear opinión y reflexión y para desarrollar ciudadanos críticos que sean competentes en esta sociedad de la información.
También se debe aspirar a cooperar y colaborar con usuarios y que sean ellos los que hagan llegar sus opiniones, evaluaciones y gustos a la biblioteca pública. Actualmente ya no podemos programar actividades de animación a la lectura a espaldas de la opinión y de las necesidades de nuestros usuarios. Les necesitamos. A ellos y a todos los agentes culturales y sociales de nuestra comunidad para programar conjuntamente actividades diversificadas para diferentes segmentos y necesidades, actividades atractivas para todos y compartiendo recursos.

La innovación, el compromiso y el espíritu de la filosofía 2.0 debe llegar también a estas actividades y las administraciones que gestionan bibliotecas públicas deben fomentar el uso de estas nuevas herramientas 2.0 y facilitar la introducción de nuevos formatos y modelos de actividades. Necesitamos innovar y para ello hemos de arriesgar y dejar atrás modelos y formatos de actividades obsoletos y caducos, aunque ello comporte dejar también atrás el éxito del índice de audiencia del espectáculo asegurado.
Roser LozanoMiembro del Grupo ThinkEPI

Para el 5 de noviembre

- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 10 de noviembre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Responder el cuestionario adjunto
- Elaborar un cuestionario con las palabras resaltadas

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la bibliografía de los documentos utilizados para la realización del Módulo.

CUESTIONARIO

Con el documento adjunto y con la ayuda de Internet, responda las preguntas siguientes:
¿Qué dice el documento acerca de la moda de leer?
¿Cuál es la responsabilidad de la Biblioteca Pública?
¿Dónde deben incluirse las actividades de fomento de la lectura?
¿Cómo debe ser el programa de actividades de la Biblioteca Pública?
¿Qué es la web 2.0?
¿Qué es la Biblioteca 2.0?
¿Qué asignatura se tiene pendiente en la Biblioteca Pública?
¿Cuál es la mejor herramienta de fomento de lectura con la que cuenta una biblioteca pública?
¿Qué es la Opac 2.0 u Opac social?
¿Para qué se deben programar actividades de fomento a la lectura?
¿Con quiénes se debe trabajar para programar actividades de animación de lectura?

sábado, 24 de octubre de 2009

B109 MI 13 De la documentación a la ciencia de la información

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
CURSO: B109 INTRODUCCIÓN A LA BIBLIOTECOLOGÍA Y CIENCIAS AFINES
DOCENTE: LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ
SEGUNDO SEMESTRE 2009


MÓDULO INSTRUCCIONAL No.13
De la documentación a la ciencia de la información


1. OBJETIVOS


- Conocer el origen de la ciencia de la información en Estados Unidos y la Unión Soviética
- Analizar el contenido del artículo a través de cuadros comparativos.


2. CONTENIDO


Breve historia del desarrollo de la Ciencia de la Información
Evelyn Pedroso Izquierdo1

Resumen

La denominada Ciencia de la Información surge como resultado de las crecientes necesidades de información que se originan tras el final de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de la llamada Guerra Fría. Se estudia su origen y evolución, así como la influencia de la llamada vertiente soviética de esta disciplina, en su estado actual de desarrollo.

Clasificación: Artículo históricoDescriptores (DeCS): CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN/historia. Descriptores (DeCI): CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN/historia; CIENCIAS DE LA INFORMACIÓN /desarrollo; NECESIDADES DE INFORMACION.

Abstract

The so called Information Science was originated as a result of the growing information needs after World War II and the beginning of the Cold War. The origin and course is studied as well as the influence of the Soviet Union in this discipline in the current state of development.

Classification: Historical articleSubject headings (DeCS): INFORMATION SCIENCE/history.Subject headings (DeCI): INFORMATION SCIENCE/history; INFORMATION SCIENCE/development; INFORMATION NEEDS.

La Ciencia de la Información se conoce con diversas denominaciones, según su etapa de desarrollo. Términos como documentación, documentalística e información científica, se han empleado para definir, en esencia, a un mismo fenómeno que, como resultado del continuo desarrollo humano y tecnológico, ha experimentado diferentes fases en su evolución.

Todas ellas se refieren a una ciencia que surgió como respuesta a la necesidad social creciente de desarrollar métodos y medios eficaces para recopilar, conservar, buscar y divulgar la información, debido a la diversificación de las ramas científicas, así como la mezcla y surgimiento de nuevas áreas de investigación, que hicieron más complejo su proceso de organización y suministro.

El siglo XX vino acompañado de grandes descubrimientos científicos y transformaciones tecnológicas, que ampliaron notablemente el conocimiento del hombre acerca del mundo que le rodeaba y que, a su vez, condujeron a cambios en la forma de interactuar con él.

El acceso a información científica y tecnológica relevante, actualizada, constituía una necesidad. Poco a poco, se ocurrieron cambios en los soportes de la información y se aplicaron las nuevas tecnologías para la organización, almacenamiento y recuperación de la información. Surgió, así, una nueva ciencia y un nuevo profesional, que aun cuando compartían algunas de las labores comunes a la actividad bibliotecaria, tenían ante sí exigencias más complejas que requerían de una especialización.

Origen y desarrollo de la Ciencia de la Información

Cuando en 1934, el belga Paul Otlet, publicó su obra titulada "Tratado de la Documentación", enunció las bases de lo que posteriormente se constituiría en una ciencia integradora.

El término documentación designaba la actividad específica de recolectar, conservar, buscar y diseminar documentos. La documentación presentaba particularidades específicas que la diferenciaban de la bibliotecología y la bibliografía. Entre sus rasgos más importantes, se hallaban la capacidad de reflejar con rapidez las nuevas informaciones y agrupar las que estaban dispersas, facilitar el acceso a ellas y posibilitar su uso eficaz mediante el empleo de índices, la oferta de resúmenes con valor agregado y el empleo de las nuevas tecnologías en la búsqueda de nuevas bases del conocimiento, la organización y el almacenamiento de la información.1

La mención de Paul Otlet, por tanto, es insoslayable al hacer referencia a la historia de la Ciencia de la Información. Otlet fue la figura central en el desarrollo de la Documentación. Durante años, trabajó, desde el punto de vista técnico, teórico y organizacional, en aquellos aspectos concernientes a uno de los problemas fundamentales de la sociedad, tanto en aquella como en esta época: facilitar, a quienes lo necesitan, el acceso al conocimiento registrado.

La década del treinta vino acompañada por la irrupción de un nuevo soporte: el uso de las microcopias para almacenar información, sería el primer gran salto cualitativo que se introdujo en el manejo y uso de los documentos. La aplicación de esta tecnología al campo de la información hizo más eficaz el proceso de almacenamiento y recuperación de la información.

Nuevas teorías, conceptos y tecnologías vinculados al uso y recuperación de la información surgirían: el empleo de los microfilms generó una nueva dimensión para la recuperación de la información; se crearon las máquinas selectoras que permitían el análisis documental con tarjetas perforadas sobre equipos IBM;2 en 1935, el inglés Charles Babbage diseñó la primera computadora digital, conocida como "máquina analítica" y aunque preparó todos los planos para su fabricación, nunca la pudo construir porque en esa época no existían las piezas que él necesitaba; Claude E. Shannon publicó su tesis de maestría "A Symbolic Analisys of Relay and Switching Circuits" donde apareció, por vez primera, la definición de dígito binario y en Alemania, Konrad Zuse desarrolló el modelo experimental de una computadora binaria.

De gran trascendencia fueron también, los trabajos publicados por Vannevar Bush en los que proponía la creación de sistemas de organización y recuperación de la información con estructuras menos artificiales, capaces de simular el carácter asociativo del pensamiento humano y que pudiesen hacer frente a la enorme acumulación del saber científico.

Bush es considerado el precursor de las principales ideas que caracterizan un sistema hipertexto y que aparecieron, por vez primera, reflejadas en su artículo publicado en el año 1945 y titulado "As we may think".3 En el mismo, Bush plasmó su preocupación principal: la necesidad de organizar la enorme masa de conocimiento que la humanidad había acumulado a lo largo de años de desarrollo, de modo que éstos pudiesen recuperarse eficientemente en el momento preciso y de la manera en que el usuario la necesitase.

Vannevar Bush fue uno de los más importantes difusores del enorme valor de la información en el desarrollo de las investigaciones científicas y sus estrechas relaciones con el aparato gubernamental norteamericano4 le permitieron influir en su reconocimiento de la importancia de la actividad informativa.

Cuando en 1948, Claude Shannon y Weaver enunciaron la "Teoría matemática de la comunicación",5 tal vez no imaginaban la amplia utilidad que su teoría representaría para otras áreas del conocimiento humano. Concebida con la finalidad de mejorar el sistema ingenieril de las comunicaciones, al conceptualizar los elementos que integraban un sistema de comunicación, posibilitó precisar un esquema de la comunicación humana y, con ello, determinar algo que sólo se conocía intuitivamente: qué es la información. Esta teoría, se utilizaría más tarde para definir el objeto de estudio de una ciencia en gestación.

Claude Shannon fue un visionario y su teoría sirve de guía, aún hoy, a científicos e ingenieros de la comunicación en su empeño de hacer más rápidos, eficientes y seguros los sistemas de comunicación.6

Durante los años cuarenta, las literaturas inglesa y norteamericana, especializadas, comenzaron a emplear, paralelamente con el de documentación, un término que designaba el mismo tipo de actividad y disciplina científica: el de información científica. El uso de ambos términos ocasionó muchas controversias debido a que algunos sostenían el criterio de que la documentación integraba en una de sus partes a la información científica y alegaban que el nuevo término restringía desde el punto de vista de contenido el campo del que trataba la ciencia.

La mayoría de los estudiosos del tema enmarcan el surgimiento de esta ciencia en la década de los años 50, cuando tras el fin de la guerra se produjo una explosión de información muy difícil de controlar y organizar con las herramientas que hasta el momento se utilizaban. Otros, al tratar de ser más precisos, ubican su origen en las Conferencias celebradas en el Georgia Institute of Technology, de Estados Unidos, entre los años 1961 y 1962.7

Lo que sí es innegable, es el definitorio papel que jugó la situación política internacional en el surgimiento y desarrollo de esta ciencia. Al respecto, José A. Moreiro González escribió:

... El desarrollo masivo que conoció la información al servicio de la industria y la investigación bélica y militar es, sin duda, el punto de partida de su reivindicación como campo de investigación autónomo en los años de la postguerra mundial.8

Concluida la guerra, el mundo se había dividido en dos sistemas basados en concepciones diametralmente opuestas: capitalismo y socialismo. Como sistemas sociales antagónicos, iniciaron una batalla muy sutil que tenía como objetivo alcanzar la hegemonía militar, económica y política sobre la parte opositora. Esta batalla encubierta se conoce como "Guerra Fría".

La organización y manejo de la información adquirió un interés primordial para los gobiernos, principalmente de las dos potencias que simbolizaban la esencia de las ideas de cada bloque: la Unión Soviética y Estados Unidos. La información científica y tecnológica se tornó extremadamente importante a causa de valor para el desarrollo económico y militar y por ende, no se escatimaron recursos que garantizasen su mejor aprovechamiento.

El lanzamiento del Sputnik (1957) y el éxito que acompañó a este acontecimiento demostró al mundo el progreso científico que la Unión Soviética había alcanzado debido, en gran medida, a la importancia que el estado le otorgaba a la adquisición y consulta de la literatura científica y tecnológica publicada a nivel mundial. El hecho hizo temer al gobierno norteamericano una pérdida de su supremacía. El presidente de la nación designó un comité especial (Science Advisory Comittee) que resolviera el problema de lograr un acceso satisfactorio a la literatura científica.

Como resultado de los análisis realizados por este comité, se diseñó un plan que ayudase a identificar las necesidades críticas de los científicos e ingenieros norteamericanos para un mejor acceso al constante y creciente volumen de información científica.

Es en esta etapa, donde se producirían los aportes definitivos que propiciarían la conformación del nuevo campo científico.

El uso de las computadoras en el análisis de los documentos y la recuperación rápida y precisa de la información fue uno de los cambios que produjeron un notable viraje en el desarrollo de la actividad informativa. José A. Moreiro plantea:

La situación cambió cuando los ordenadores empezaron a intervenir en los procedimientos de transmisión y recepción de mensajes en los años 60. El progreso que esto supuso situó al mundo de las comunicaciones entre la cibernética y los modelos derivados del sistema nervioso humano. De la mano de ingenieros de telecomunicaciones, se impuso entonces el sistema de comunicación de datos basados en teorías matemáticas (...) Desde sus primeras aplicaciones, los ordenadores atendieron a experimentos lingüísticos (...) La progresión habida en sus productos ha originado elementos de gran provecho para la gestión del contenido documental.8

En los primeros años de la década de los años 60, Ted Nelson creó uno de los términos más extendidos y útiles hoy: el hipertexto. A partir de las ideas de Vannevar Bush, en las que abogaba por una concepción más natural para estructurar y organizar la recuperación de la información, apareció esta terminología para referirse a una escritura no lineal, es decir, a un texto capaz de ramificarse en la medida en que el lector interactuase con él.

Todo lo anteriormente expresado, de algún modo, confirma que la Ciencia de la Información surgió ante la avalancha de un gran volumen de información y la necesidad de utilizar métodos y herramientas nuevos, que permitieran la consulta de aquélla información que tuviera un carácter verdaderamente relevante.

El cúmulo, tan aplastante de esta, hacía que mucha pasase inadvertida e, incluso, en muchos casos, fuese "redescubierta" cierto tiempo después de haberse publicado. Esta necesidad no surgió sólo en Estados Unidos, sino que se convirtió en un problema de carácter mundial. A ello, se debe que, además de la vertiente norteamericana conocida como Ciencia de la Información, aparecieran otras escuelas que aportarían su visión particular de la ciencia.

Como característica principal de esta ciencia, y común a todas las escuelas o vertientes, siempre sobresale su carácter multidisciplinario, hecho que le sirvió para erigirse como ciencia capaz de interrelacionarse y emplear conocimientos provenientes de otras áreas del saber humano como la lingüística, la lógica, la gestión, la economía, la computación, el diseño, la psicología y la bibliotecología.

Para Saracevic, existen también otros dos elementos inseparables de ella, y que la distinguen como ciencia, constituyen su eje de su evolución y razón de ser, estos son: su dependencia de las tecnologías de información y su carácter social y humano, que prevalece ante el tecnológico y está determinado por la importancia clave que la ciencia le otorga al destinatario de la información.9

Este autor, la define como:

[...] un campo de práctica profesional e investigación científica que enfoca los problemas de la comunicación efectiva de los registros del conocimiento entre los humanos en el contexto de las organizaciones sociales, las necesidades y usos de la información por los individuos. [...] el foco específico de la ciencia de la información es sobre los registros del conocimiento humano, como objetos portadores de información en todas sus formas, tamaños y medios. El énfasis primario es sobre el contenido de estos objetos, en términos de su potencial para transmitir información.9

Existen diversos enfoques a la hora de definir la Ciencia de la Información. Algunos teóricos, como Cronin, son partidarios del criterio que esta ciencia representa la intersección de un cierto número de disciplinas y que, en sí misma, no existe como una entidad separada.10 Otro grupo de teóricos comparten el criterio que cada área en la que se divide la ciencia tiene su base teórica particular que depende de la actividad que le atañe. Este enfoque, según plantea Meadows, predomina cuando se intenta definir esta ciencia a partir de sus posibles aplicaciones.

La Ciencia de la Información aún carece de una teoría generalizada y es evidente el desacuerdo a la hora de definir qué es lo más importante para ella: la teoría o la práctica.

La trayectoria histórica de las labores informativo-documentales, por su tradicional y necesario carácter operativo o instrumental, ha estado por una u otra razón durante buen tiempo relativamente distante de reflexiones teóricas y conceptuales sobre su propia práctica, facilitando la mayor o menor preeminencia de tendencias "practicistas y/o empiristas", que han dificultado el desarrollo del aparato teórico conceptual propio de nuestras disciplinas, imprescindible en todos los sentidos, ya que no siempre será "posible" explicar los hechos a través de los hechos mismos (empirismo).11

Sin embargo, a lo largo de su evolución, se produjeron intentos por otorgarle a esta ciencia, una visión más equilibrada entre estas dos aristas.11 Según Taylor, se entiende por Ciencia de la Información:12

... una ciencia especial sobre la información y la documentación. Como rama de la ciencia investiga la estructura, propiedades y procesos de la transmisión de la información utilizando métodos de otras ciencias como sicología, lógica, neurofisiología y matemática. Como rama de la técnica: se relaciona con los medios de procesamiento de la información que aseguran su acceso y uso. Emplea métodos de la técnica de la computación, la bibliotecología, sistemas de investigación y la ciencia administrativa.Borko, en su artículo "Ciencia de la Información: ¿qué es?", publicado en la revista American Documentation en febrero de 1968, reunió las ideas de Taylor y las reelaboró en una amplia visión acerca de la naturaleza de esta ciencia y su actividad práctica. Para él, Ciencia de la Información es la disciplina que investiga las propiedades y el comportamiento de la información, las fuerzas que rigen su flujo y los métodos para procesarla, a fin de obtener accesibilidad y utilización óptimas. Está interesada en un conjunto de conocimientos relacionados con el origen, colección, organización, almacenamiento, recuperación, interpretación, transmisión, transformación y utilización de la información. Incluye la investigación de las representaciones de información en los sistemas naturales y artificiales, la utilización de códigos para la transmisión eficiente del mensaje el estudio de instrumentos y técnicas de procesamiento de la información, tales como computadoras y sistemas de programación. Es una ciencia interdisciplinaria [...] relacionada con la matemática, la lógica, la lingüística, la psicología, la biblioteconomía, la administración... Tiene componentes de una ciencia pura, que investiga el asunto y su relación con sus aplicaciones, y componentes de una ciencia aplicada, que crea servicios y productos.13

Para Barreto, la Ciencia de la Información redefine continuamente el contenido y prioridad de sus objetivos. Para él, esta ciencia constituye un campo de estudios especial, operacional y especialmente dependiente de una tecnología intensiva que define los próximos caminos de la ciencia, con alto ritmo de innovación y en continua mutación.14

Barreto señala que los objetivos de la ciencia se generan a partir de la interacción de tres mundos que el define como: el mundo subjetivo de los sistemas cerebrales, el mundo objetivo de los sistemas materiales y el mundo cibernético. Para él, dentro de estos tres mundos y en sus prioridades se ubican la investigación, la enseñanza y la actuación profesional de la ciencia de la información.

La Ciencia de la Información está sujeta a una constante evolución, y su campo de acción se amplía cada vez más, a partir del hecho de que su objeto de estudio se halla presente en cada elemento de la vida. Por lo pronto, las líneas futuras de su desarrollo se dirigen hacia la búsqueda de nuevos modelos de acceso, transferencia y asimilación de información, en el entorno de la realidad virtual, los sistemas expertos y la inteligencia artificial.15

La Informática, vertiente soviética

Informática fue el término que se utilizó en la antigua URSS para nombrar esta ciencia. Desecharon el término documentación para denominarla, debido al expreso deseo de resaltar que los problemas de la actividad científico-informativa abarcaban más allá de los límites del documento.

Esta vertiente de la Ciencia de la Información comenzó su desarrollo a partir de la década de los años 60, como resultado de los estudios e investigaciones realizadas por un grupo de prestigiosos especialistas, entre ellos, es oportuno destacar la labor trascendente de Mijailov, Chernii y Guiliarevskii. Sus trabajos se basaron en las leyes internas del desarrollo de la propia ciencia y en las necesidades de la actividad social, siempre desde el punto de vista científico-informacional.16

En el año 1969, Mijailov, director del VINITI, publicó un documento titulado FID 435, sobre los aspectos teóricos de la informática. Su origen fue un conjunto de trabajos elaborados entre los años 1961 y 1962 por el Comité de Estudios sobre Búsqueda de la Base Teórica de la Información (FID/RI), presidido por el propio autor.

El término informática o información científica y técnica (por el cual también se conoce) resultó controvertido en el mundo occidental, porque para muchos, a diferencia de la Ciencia de la Información, circunscribía el campo de acción de la corriente soviética al mundo de las ciencias naturales y exactas. Para Mijailov, el término anglosajón resultaba ambiguo, al dar margen a su entendimiento como "una ciencia que trata todos los tipos de información cuando en realidad se refería sólo a la información científica".17

Los teóricos soviéticos definían como "información científica" aquella información lógica obtenida en cualquier campo de la actividad humana (no sólo por medio de la investigación, sino también en la actividad práctica y productiva) si ella reflejaba adecuadamente las leyes del mundo objetivo y se empleaba en la práctica histórico-social. A la actividad encargada de recolectar, procesar mediante el análisis y la síntesis, de conservar, buscar y difundir la información científica la nombraron actividad "científico informativa".18

La Informática se definió como una disciplina científica que se ocupaba de investigar los métodos y medios de recolección, elaboración, conservación, búsqueda y difusión de la información científica. Esta disciplina tenía como objeto de estudio: la estructura y la propiedades de la información científica. La característica principal que diferenciaba a la Informática de la vertiente norteamericana era que la concepción de su cuerpo teórico se hacía sobre la base de un análisis materialista dialéctico e histórico.

Un ejemplo de ello es la explicación científica y objetiva acerca del surgimiento de esta ciencia ofrecida mediante los enunciados de las "Leyes de la ciencia y la información científica".19 En estas leyes, se sintetizaron los factores que, a lo largo de la historia del desarrollo humano, facilitaron la acumulación, transmisión, conservación y constante desarrollo del pensamiento científico. Estos factores hicieron inevitable el surgimiento de una nueva ciencia integradora, capaz de procesar y sistematizar todo el volumen de información científica que por los métodos tradicionales era imposible manipular y organizar.

Con el objetivo de consolidar la posición de la Informática como rama científica independiente, planteaban que su surgimiento era el resultado de la división de funciones que se experimentaba dentro de cada ciencia, que originaba un nuevo proceso científico independiente que, a su vez, complementaría las dos tendencias conocidas: la teórica y la experimental.

El desarrollo científico siempre se consideró como un elemento de excepcional importancia en la conformación de la sociedad socialista soviética. Por tanto, era interés del gobierno favorecer las investigaciones que abrieran nuevas posibilidades para el desarrollo de las fuerzas productivas y la productividad del trabajo, así como la aceleración de la actividad económica. De igual modo, era imprescindible concebir y organizar un sistema de información científica eficaz.

La importancia de la difusión de la información científica fue tema de preocupación desde los primeros momentos de la formación de la naciente URSS. Los trabajos de traducción de documentos científicos provenientes de Europa y Estados Unidos eran priorizados en aras de su estudio y posterior aplicación al desarrollo económico de una sociedad que, por sí misma, constituía un nuevo paradigma.

Durante los años de posguerra, la actividad científico informativa de la URSS se intensificó, como ocurrió también en otras regiones del mundo. Hasta ese momento, el servicio de información a científicos y especialistas se efectuaba principalmente mediante una red de bibliotecas. Sin embargo, el incremento del ritmo de progreso científico que se experimentó en ese momento a nivel mundial provocó que estas dejaran de ser efectivas a la hora de satisfacer las necesidades crecientes de información, ello obligó a la búsqueda de nuevas formas de organización para esta actividad.

Con el propósito de crear una estructura de información verdaderamente eficaz, se creó una red de organismos de información que comprendía algunas ramas de las industria, instituciones científicas y empresas industriales. Como centro rector de estas actividades, surgió en el año 1952 el Instituto de la Información Científica y Tecnológica (VINITI), adjunto a la Academia de Ciencias de la URSS.

Durante los años 60, la URSS se vio inmersa en un intento de reestructuración económica que, inevitablemente, produjo una reformulación de la dirección estatal de la actividad científico - informativa.

Por disposición de su consejo de ministros, se le asignó al Comité Estatal para la Ciencia y la Técnica del Consejo de Ministros de la URSS, la dirección del sistema de información científico-técnica del país. Entre sus funciones se hallaba la dirección metodológica del trabajo de la red de información, la coordinación de las líneas de investigación a desarrollar, la delimitación de funciones entre los diferentes organismos que conformaban el sistema y el diseño de las tendencias de desarrollo que seguiría la actividad científico - informativa en la URSS.

El Sistema de Información Científico-Técnica de la URSS se basó en las ideas establecidas por Vladimir Ilich Lenin en el Programa del Partido Comunista, con relación a la información científica y tecnológica como punto de apoyo al desarrollo económico y social. Según Ruggero Guiliarevskii,20 los principios sobre los que se consolidó este sistema fueron los siguientes:

Rigurosa coordinación de la actividad científico -informativa por parte del estado soviético.

La estructura del sistema debía ser similar a la estructura de la economía nacional.

El sistema abarcaría todo tipo de fuentes documentales para cualquier campo de la ciencia o renglón económico nacional.

Se realizaría un procesamiento centralizado de los documentos científicos para garantizar, con mínimos gastos, un amplio cubrimiento de las fuentes mundiales de información.

Se construiría una red uniforme y organizada para la actividad de las agencias y bibliotecas especializadas del sistema, basadas en colecciones de información de referencia estandarizada.
Se realizaría la clasificación e indización unificadas de las publicaciones

Se emplearían las nuevas tecnologías para mejorar la rapidez y calidad de los servicios de información que se ofrecerían a los científicos, profesionales e innovadores del sector industrial.

Los servicios de información se financiarían, en gran parte, por el presupuesto del gobierno.

La cooperación internacional con los países económicamente desarrollados sería limitada, a causa de las diferencias ideológicas y la confrontación militar e industrial.

El asesoramiento en temas vinculados con la actividad científico - informativa fue también un modo de difundir los preceptos de la visión de la URSS hacia otras regiones del mundo menos desarrolladas y de hecho, se constituyó en un arma de defensa ideológica. Incluso, dentro de la propia URSS, esta actividad siempre se utilizó como un medio más para favorecer el acercamiento del pueblo soviético a la doctrina marxista-leninista.21

La experiencia soviética resultó muy atractiva para la gran mayoría de países subdesarrollados, porque hacía realidad la posibilidad de que un país atrasado económica y educacionalmente, pudiese transformarse en un país con un elevado desarrollo industrial y cultural.

Sin embargo, la desintegración de la URSS y la transición hacia el capitalismo significó un vuelco total en el desarrollo de esta actividad. Los cambios estructurales y organizacionales provocaron el colapso de su sistema de información científico- técnica. Se agotó el financiamiento destinado al desarrollo y apoyo del trabajo de los centros informativos integrantes del sistema.22

El número de publicaciones científicas editadas en la URSS decreció notablemente, así como la posibilidad de adquirir importantes publicaciones extranjeras, se tornó difícil la consulta de información actualizada que abordase la temática científica y tecnológica. El mercado, en cambio, se sobresaturó de publicaciones seudocientíficas que respondían a los patrones de la "cultura masificada".23

Las instituciones integrantes de una sólida estructura de información se hallaron de repente aisladas y enfrentadas al hecho de comenzar a trabajar de modo independiente, algo a lo que no estaban habituadas.

La práctica informacional en la URSS de estos años, debido a su estrecha relación con el aparato estatal e ideológico, sufrió todas las conmociones resultantes de una sociedad afectada por cambios tan radicales que dieron al traste con su modelo ideológico, político y económico. La Informática, como vertiente, dejó de existir en tanto su sustrato material e ideológico desapareció.
Puntos de contacto y diferencias entre la Ciencia de la Información y la Informática

Es importante mencionar que, a pesar de la diferencia de términos utilizados para identificarlas, ambas vertientes se refieren, en esencia, a un mismo campo disciplinario con diferencias de mayor o menor grado, causadas por condiciones geográficas, culturales, tecnológicas, ideológicas, políticas, económicas y filosóficas específicas, en los orígenes y desarrollo de cada una de ellas.

Los inicios de estas corrientes también coinciden en el tiempo. Ambas comienzan a gestarse en el período de posguerra, finalizada la Segunda Guerra Mundial y en el seno de una de las potencias vencedoras en el conflicto aunque los países de origen, Estados Unidos y la Unión Soviética, se hallaban en polos políticos antagónicos.

A pesar de esto, en las dos vertientes se manifestaron las mismas preocupaciones e intereses por la información, evidenciado en el valor estratégico y prioritario que le otorgaron, a partir de considerar a la información científica y técnica como imprescindible para el desarrollo científico y tecnológico.

Entonces, ¿qué factores son necesarios considerar a la hora de identificar diferencias entre ambas?

Para aclarar este punto, es necesario remitirse a un grupo de peculiaridades resultantes no de la acción de los factores políticos, económicos, informacionales y tecnológicos referidos; sino de la adhesión a determinadas concepciones teóricas y filosóficas de relevante influencia en la producción intelectual de esos tiempos.24

En el caso de los Estados Unidos, prevalecía un modelo de racionalidad proveniente del positivismo, el empirismo y el cientificismo. Corrientes filosóficas, unas y posturas intelectuales otras; se hallaban muy entrelazadas y, muchas veces, se complementaban, eran concepciones paradigmáticas de la época.

La Ciencia de la Información se nutrió de estos supuestos teóricos. Ella tiene como antecedentes históricos al movimiento documentalista, impulsado por Paul Otlet y, a partir de los años 50, la "recuperación de la información", ambos con un marcado carácter positivista.

Por estas razones, las nociones de "información" que se incorporaron a esta ciencia, buscaron ajustarse a una perspectiva objetivista y cientificista. De este modo, la información se concibió como algo cuantificable y el usuario fue visto a partir de variables neutrales y estables como sexo, edad, raza, etcétera.

Por su parte, la Informática rusa o soviética, creada formalmente en 1967, presentó en sus orígenes los rasgos propios de circunstancias políticas, ideológicas, teóricas y profesionales muy distintas: (Conferencia dictada en el Seminario Internacional 30 años de la carrera de Ciencia de la Información en la Universidad Javeriana de Bogotá, Colombia el 30 de abril del 2003).

Tanto su dimensión teórica como práctica partieron, explícitamente, de una definición política e ideológica diametralmente opuesta a la visión anglosajona.

La Informática no tuvo como antecedente la tradición documental.

Las estructuras que se conformaron para implementar la práctica informacional se organizaron desde perspectivas distintas, acorde con sus concepciones políticas e ideológicas (centralización).

La base conceptual creada para la nueva disciplina tuvo como presupuesto fundamental una filosofía diferente: el materialismo dialéctico e histórico.

Las propuestas conceptuales, desde la nueva Informática, se caracterizaron por su amplitud y profundidad.

Se introdujeron nociones nuevas en el universo informacional, como su percepción de la "información científica" y de la "actividad científico- informativa".

La Informática logró exponer una visión global del proceso informacional, ausente en los autores anglosajones.

El concepto de información tenía la peculiaridad de entenderse explícitamente como información científica y técnica.

A partir de los años ochenta, se introdujeron transformaciones en la base conceptual de la Ciencia de la Información motivadas, en gran medida, por la influencia de determinados cambios que se produjeron a nivel mundial.Estos cambios globales pueden resumirse en:

Las economías de los países altamente desarrollados se estructuraron desde una nueva perspectiva teórica y práctica: la neoliberal, donde se coloca al mercado en el centro de la actividad económica.

Se desarrollaron nuevos modelos tecnológicos: microelectrónica y telecomunicaciones con sus pertinentes tecnologías subordinadas.

Se postuló el nacimiento y desarrollo de un nuevo modelo de sociedad, la llamada "sociedad de la información".

Surgieron nuevas concepciones en el terreno de las ciencias humanas y sociales que privilegian la figura del individuo.

Se cuestionaron los fundamentos tradicionales de las ciencias naturales.

Se produjeron alteraciones sustantivas en el mapa político del mundo; se generaron nuevos poderes, dependencias e interdependencias.

En la Ciencia de la información, se introdujo una especie de nueva arquitectura conceptual, influenciada mayormente por los diversos enfoques teóricos, provenientes de las ciencias sociales, que asumían posiciones distanciadas del cientificismo positivista.

Una de las ideas que se revela en la Ciencia de la información, a partir de estos años con indiscutible énfasis, es la percepción inequívoca de que esta disciplina pertenece al campo de las ciencias sociales. Los nuevos conceptos de información introducen y enfatizan la necesidad de incorporar la noción de conocimiento, y colocan en este escenario al sujeto que recibe, consume y necesita información.

La Informática soviética, por su parte, no sufrió grandes alteraciones en el terreno conceptual. Se amplió la visión de la propuesta que sostenía, pero siempre a partir de las mismas bases filosóficas e ideológicas. Las alteraciones, cambios y ulterior desaparición de esta variante, no fueron el resultado de confrontaciones académicas y conceptuales sino de los cambios que desde los años 80 experimentó la sociedad soviética.

Referencias y notas bibliográficas

Burgy F. Archives, bibliothèques, documentation: convergences et questions d'identité. [en línea]. Disponible en: http://www.geneve.ch/heg/doc/rad/publications/fb_convergences_identite.pdf Consultado: 6 de enero del 2003.

Herman Hollerith, un norteamericano dedicado a los cálculos estadísticos, analizó la idea de utilizar los telares metálicos inventados por el francés Joseph Jacquard en el manejo de una gran cantidad de datos y las puso en práctica para contabilizar y clasificar datos en el censo que se realizó en 1890. Hollerith fue uno de los fundadores de la IBM.

Guerzoni R, Alfonsina M. Hipertexto: tramas e trilhas de un conceito contemporâneo [en línea]. Disponible en: http://www.informacaoesociedade.ufpb.br/1010001.pdf Consultado: 11 de enero del 2003.

En 1940, el presidente Rooselvet lo puso a cargo del Comité Nacional de Investigaciones para la Defensa y al año siguiente fue nombrado director de la Oficina de Investigación y Desarrollo Científico de Estados Unidos (OSRD), un área de importancia estratégica para el gobierno norteamericano, que tuvo a su cargo, entre otros proyectos de investigación militar, el conocido "Proyecto Manhattan", encargado de idear y construir la primera bomba atómica. Véase: Villa L. Vannevar Bush: maestro de la computación analógica. [en línea]. Disponible en: http://www.alzado.org/articulo.php?id_art=6 Consultado: 12 de mayo del 2002.

Para más detalles acerca de esta teoría, véase: Bell Laboratories. Bell Labs celebrates 50 years of Information Theory. An overview of Information Theory. [en línea]. Disponible en URL: http://www.lucent.com/minds/infotheory/doc/history.pdf Consultado: 9 de enero del 2003.

En 1948, cuando Shannon anunció su teoría, el máximo de conversaciones que podían transmitirse simultáneamente alcanzaba la cifra de 18 000, 25 años más tarde pudieron alcanzarse las 230 000. Hoy, gracias a las potencialidades de la fibra óptica, el número de conversiones que pueden realizarse al mismo tiempo llega a los 6.4 millones.

Las dos conferencias, celebradas en el Georgia Institute of Technology, fueron el marco para discutir, reflexionar y hallar soluciones a la necesidad de contar con un campo teórico que respaldase la nueva ciencia. Estas conferencias ofrecieron, además, un espacio para resaltar la importancia que tenía la formación de profesionales calificados, capaces de enfrentar los retos que presentaba este nuevo campo del conocimiento. Véase: García R, Coeli J. Conferências do Georgia Institute of Technology e a Ciência da Informação: de volta para o futuro [en línea] Disponible en: http://www.informacaoesociedade.ufpb.br/1210202.pdf. Consultado: 9 de enero del 2003.

Moreiro González JA. De la Documentación a la Ciencia de la Información: evolución de los conceptos y aplicaciones documentales. En: Homenaje a Antonio de Bethencourt. Las Palmas de Gran Canaria: Cabildo, 1995. 533-57.

Saracevic T. Information Science. Journal of American Society for Information Science 1999;50(12):1051-64.

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Citado por: Freire, IM. Da construção do conhecimento científico à responsabilidade social da Ciência da Informação [en línea]. Disponible en: http://www.informacaoesociedade.ufpb.br/1210207.pdf Consultado: 12 de mayo del 2003]

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Véase: García Cabrera G. De la era de la información a la sociedad del conocimiento. Ciencia, Innovación y Desarrollo 2001;6(4):17-20.

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Véase: Richards PS. The soviet overseas information empire and the implication of its disintegration [en línea]. Disponible en: http://www.chemheritage.org/historicalservices/Asis_documents/ASIS98_Richards.pdf Consultado: 22 de noviembre del 2002.

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Linares Columbié R. Ciencia de la Información: construcción disciplinaria y ausencias. Revista Interamericana de Nuevas Tecnologías de la Información 2002;7(3):18-25.

Recibido: 24 de febrero del 2004. Aprobado: 12 de marzo del 2004. Lic. Evelyn Pedroso Izquierdo. Centro de Estudios Europeos. Ave. 3ra No. 1805 entre 18 y 20. Miramar. Playa. Correo electrónico: evelyn@cee.co.cu
3. ACTIVIDADES

Para el 27 de octubre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 29 de octubre

Elaborar y resolver lo siguiente:

3.1 Cuadro comparativo sobre el aparecimiento de la ciencia de la información en Estados Unidos y la informática en la Unión Soviética (vertiente soviética).
3.2 Cuadro comparativo con las diferencias entre la ciencia de la información y la informática
3.3 Definiciones que hacen Saracevic, Taylor y Barreto sobre ciencia de la información
3.4 Definición de informática en la URSS
3.5 ¿Por qué es importante el desarrollo científico en la URSS?
3.6 ¿Por qué menciona el documento que las bibliotecas dejaron de ser efectivas?
3.7 Principios del Sistema de Información Científico-Técnica de la URSS
3.8 ¿Cuál fue la causa de la desintegración de la URSS?
3.9 ¿Quién es Vannevar Bush?
3.10 Glosario con los términos siguientes:

Antagónico
Capitalismo
Cibernética
Cientificismo
Colapso
confrontación
Diametralmente
Empirismo
Escatimar
Hegemonía
Hipertexto
Imprescindible
Insoslayable
Interrelación
Microcopias
Microelectrónica
Multidisciplinario
Neoliberal
Neurofisiología
Paradigma
Positivismo
Preeminencia
Seudocientífica
Socialismo
Sociedad de la información
Subordinada
Supremacía
Tarjetas perforadas
Ulterior
Vertiente

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la e-grafía del artículo

viernes, 16 de octubre de 2009

B151.1 MI 11, Proclama de Medellín, Manifiesto de Papallacta

UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE HUMANIDADES
ESCUELA DE BIBLIOTECOLOGÍA
B151.1 BIBLIOTECA Y SOCIEDAD
SEGUNDO SEMESTRE 2009
LICDA. DORA CRISTINA GODOY LÓPEZ


MÓDULO INSTRUCCIONAL No. 11
PROCLAMA MEDELLÍN 2001


1. OBJETIVOS:

Durante el desarrollo del Módulo, el estudiante:

  • Describe los servicios que ofrece la biblioteca pública.
  • Conoce la importancia que tiene el curso biblioteca pública en el currículo de la Escuela de Bibliotecología.
  • Explica por qué la conexión a Internet en forma gratuita, es esencial para el libre acceso a la información.

2. CONTENIDO:

PROCLAMA MEDELLÍN 2001
www.fundaciongsr.es/.../medellin/ProclamaMedellin2001.pdf
16 de octubre de 2009

Participantes del Primer Coloquio Latinoamericano y del Caribe
De Servicios de Información a la Comunidad
18 al 21 de septiembre de 2001. Paraninfo Universidad de Antioquia
Medellín – Colombia


Los participantes del Primer Coloquio Latinoamericano y del Caribe de Servicios de Información a la Comunidad celebrado en Medellín - Colombia, del 18 al 21 de septiembre de 2001, convocado por la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas y Bibliotecarios –IFLA-, por el Departamento de Cultura y Bibliotecas de la Caja de Compensación Familiar de COMFENALCO Antioquia, la Escuela Interamericana de Bibliotecología de la Universidad de Antioquia y la Red Colombiana de Bibliotecas Públicas del Ministerio de Cultura de Colombia, instan a la sociedad en general y a las autoridades gubernamentales en específico, a considerar la información como un bien público. En consecuencia, manifiestan su interés en que los Servicios de Información a la Comunidad se creen y consoliden en las bibliotecas públicas de la Región. Por lo anterior, dejan para conocimiento de la comunidad latinoamericana y mundial las siguientes consideraciones y acciones que deben ser tenidas en cuenta, con el propósito de que las bibliotecas públicas cumplan a cabalidad con las pautas plasmadas en el Manifiesto de la UNESCO, en la Declaración de Caracas y en el Manifiesto de Papallacta, entre otros.




ESTRATEGIAS DE ACCIÓN SUGERIDAS A LOS BIBLIOTECARIOS PÚBLICOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

1. Impulsar la reflexión y análisis del nuevo papel de la biblioteca pública latinoamericana y la formulación de políticas de información con la participación activa de los actores claves en su formulación e instrumentación, en las que se respalde la creación y permanencia de los Servicios de Información Local y Comunitarios1 en las bibliotecas públicas financiadas por el Estado, de tal manera que se garantice el suministro de información como un servicio público. Dicha responsabilidad debe ser asumida por las asociaciones de bibliotecarios de cada país.

1 Estos servicios se han conocido mundialmente como Servicios de Información a la Comunidad. Sin embargo, el Departamento de Cultura y Bibliotecas de la Caja de Compensación Familiar COMFENALCO Antioquia los ha denominado Servicios de Información Local, para lograr mayor precisión en los contenidos informativos y en el área de acción.
Para efectos de la Proclama, se adopta esta denominación y se agrega el término Comunitarios, para significar que se refiere a ambas denominaciones.

2. Sugerir la inclusión permanente del tema de las bibliotecas públicas y los servicios de información locales o comunitarios en las agendas nacionales e internacionales de los ministerios de educación, de cultura y de comunicaciones especialmente.

3. Crear y llevar a cabo, en instancias gubernamentales y privadas, programas de sensibilización sobre el valor de la información como bien público y como insumo en los procesos de desarrollo social, y acerca de la importancia de los servicios de información local o comunitarios, como herramientas estratégicas para cumplir con dicho propósito.

4. Crear y desarrollar los servicios de información locales o comunitarios en cada país y realizar un trabajo cooperativo en el ámbito local, nacional e internacional, por medio del cual se promueva una infraestructura de redes que permita la conectividad entre las bibliotecas públicas de la región.

5. Promover la participación e integración del personal de las bibliotecas en los comités locales de planeación y en las organizaciones de base de la comunidad, con la perspectiva de apoyar la formulación de planes de desarrollo local y la puesta en marcha de las veedurías ciudadanas.

6. Abrir espacios en las bibliotecas públicas para el debate y la confrontación de la información que circula en las sociedades, y sobre otros temas que afectan a las comunidades locales y regionales.

7. Hacer un inventario de los servicios de información local o comunitarios existentes en la región, independiente de la fase de desarrollo en la que se encuentren, y de su tipología (sector público o sector privado), en aras de converger en acciones y proyectos.

8. Crear redes que permitan realizar diagnósticos de necesidades de información de la comunidad, con el propósito de mejorar el diseño y desarrollo de los servicios de información locales o comunitarios.

9. Difundir los proyectos piloto, los servicios, programas y publicaciones que tienen los servicios de información local o comunitarios, existentes en la región, para que las bibliotecas públicas los implementen teniendo en cuenta sus particularidades y entornos. Así mismo, crear mecanismos para compartir experiencias e instar a los bibliotecarios a difundirlas en las listas de correo profesionales o en páginas web, y publicar y traducir literatura relacionada con los servicios de información locales o comunitarios.

10. Diseñar perfiles acordes con las funciones del personal que trabaja en los servicios de información locales o comunitarios de las bibliotecas públicas y promover su actualización permanente.

11. Formular e impulsar proyectos que propicien la participación de organismos internacionales en el diseño e implementación de servicios de información locales o comunitarios en los países de la región.

12. Proponer al Comité permanente de la IFLA para América Latina y el Caribe (IFLALAC)2, la realización bienal del Coloquio de Servicios de Información a la Comunidad en América Latina y el Caribe, para que se constituya en un espacio académico de intercambio y comunicación en el que se conozcan, discutan y difundan experiencias, propuestas y perspectivas de los servicios de información locales o comunitarios.

2 IFLA. LAC. Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecas y Bibliotecarios. Sección para la
América Latina y el Caribe.

13. Desarrollar cooperativamente un programa presencial y virtual, de diseño y prestación de servicios de información local o comunitarios dirigido a los bibliotecarios que trabajen en las bibliotecas públicas de la región, y que pueda ser presentado, en corto plazo, como proyecto piloto de formación a la sección de América Latina y el Caribe de la IFLA (IFLA-LAC).

14. Fortalecer y ampliar el programa de formación del PIC-BIC3 en contenidos relacionados con la creación y consolidación de servicios de información locales o comunitarios en la región, para garantizar el desarrollo y proyección de estos servicios.

3 PIC-BIC. Programa Iberoamericano de Cooperación en Materia de Bibliotecas Públicas.
15. Solicitar a las escuelas de bibliotecología de la región, la redefinición de sus currículos, con el fin de que contemplen en sus planes de estudio, aspectos como la biblioteca pública, los servicios de información local o comunitarios, la gestión pública, la promoción comunitaria y la formulación y seguimiento de políticas de información, de tal manera que se promueva la formación del bibliotecario público como agente de transformación social. Todo esto enmarcado en una dimensión política, social, cívica, participativa y tecnológica de su desempeño profesional.

16. Diseñar y realizar, en conjunto con las universidades y las asociaciones de bibliotecarios de cada país, planes y programas de formación y capacitación continua en el uso y desarrollo de las tecnologías de transferencia de información como herramientas para el almacenamiento y recuperación de la información generada en las localidades. Así mismo, impulsar la formación de bibliotecarios públicos para asumir los retos de alfabetismo funcional de la población, entendiéndose éste como la capacidad de los individuos de saber localizar, evaluar y utilizar efectivamente la información por medios convencionales o electrónicos.

17. Motivar a las revistas académicas de la región, especializadas en temas sociales, políticos, culturales, educativos y bibliotecológicos; y a los medios de comunicación masivos y alternativos, para que publiquen artículos relacionados con participación ciudadana, relaciones biblioteca-comunidad, servicios de información local o comunitarios, e información y democracia, entre otros.


Medellín, Colombia
Septiembre 21 de 2001

MANIFIESTO DE PAPALLACTA
infolac.ucol.mx/novedades/manifiestop.pdf
16 de octubre de 2009
Internet es para todos

El acceso adecuado a las telecomunicaciones, a la información digitalizada y a la oferta de bienes y servicios vía Internet es una necesidad en nuestra era de Redes. En el pasado, el término "adecuado" o "básico" se refería al servicio telefónico de voz, en el año 2000 también incluye el acceso a la información a través de redes y los servicios de telecomunicaciones por medio de la Internet. Los ciudadanos con conocimientos de computadoras y que puedan utilizar la información y la tecnología agregan valor al saber colectivo de todo el país. Algunos países ya han orientado sus políticas públicas para incluir el acceso universal que incluye la Internet.

Dada la creciente disparidad en la riqueza y el ingreso y el costo de los servicios de comunicación, información y uso de la Internet, la mayoría de personas no tienen posibilidad de acceder a estos servicios. Los gobiernos de cada país y sus entidades regulatorias de telecomunicaciones deben garantizar el acceso universal para todos los ciudadanos y organizaciones independientemente de su ubicación geográfica, pagando un costo razonable. Esto se puede lograr por medio de una combinación entre la competencia entre proveedores comerciales y los de tecnologías de cómputo más potentes y baratas.

Las organizaciones que dan servicios al público están demandando una política regulatoria que reduzca las actuales inequidades para el acceso y uso de los servicios digitales e información. Estas organizaciones incluyen escuelas, universidades, bibliotecas públicas, centros de salud, centros y organizaciones comunitarios, telecentros y grupos sin fines de lucro que trabajan proporcionando acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación (ICT).

Tele-centros.org es comunidad de instituciones y personas que apoyan el desarrollo de telecentros comunitarios en América Latina y el Caribe que ha trabajado por varios años dando conectividad y diferentes tipos de servicios de Internet a muchas comunidades marginadas en la región. Telecentros.org recomienda las siguientes políticas como un ejemplo de cambios regulatorios que deberían ser consideradas para concretar estas metas.

El servicio universal, incluyendo la telefonía básica y el acceso al Internet deben ser componente de un marco regulatorio de todos los países.
Las regulaciones domésticas deben reconocer la legitimidad de los acuerdos especiales y descuentos a favor de organizaciones e instituciones educativas, sociales y culturales que proveen acceso o facilitan el uso del Internet para la mayoría de la gente que al momento se encuentra sin este servicio.

El acceso a servicios avanzados y de banda ancha deben estar disponibles para pueblos rurales y lejanos.

Cuando una nueva tecnología de telecomunicaciones solicita permiso o licencia gubernamental, los grupos que proveen acceso público deben ser abordadas mediante un tratamiento especial, que incluya descuentos favorables para conectividad y equipos que sean necesarios para su uso.

Asignar espectros electromagnéticos sin licencia para uso público con el propósito de aumentar la conectividad en comunidades rurales y lejanas de cada país, o en otros lugares que carecen de estos servicios y tienen muy pocas o ningunas alternativas en el mercado.

Establecimiento de un grupo consultivo dentro de ITU que provenga del sector de acceso público que estará informado sobre las nuevas tecnologías y los cambios logrados en las políticas que afectarán a los grupos mencionados en el punto 2 como objetivos.

Crear un foro para el diálogo abierto de manera que los grupos y organizaciones de la sociedad civil tengan la oportunidad de influir en las políticas sobre telecomunicaciones públicas.

Si usted aprueba este Manifiesto, sírvase firmar el formulario en: www.tele-centros.org

Para el 22 de octubre

- Hacer conocimiento la información del Módulo.
- Preparar tres preguntas para discusión grupal, relacionadas con el contenido del mismo.
- Participar activamente en la discusión de la temática propuesta.

Para el 23 de octubre

- Subrayar los párrafos destacados del Módulo.
- Elaborar un resumen indicativo de cada artículo

NOTA: Con base en el libro Importancia de las citas textuales y la bibliografía en la investigación universitaria:.. Elaborar la bibliografía de los documentos.